El agresivo exitismo que nos rodea nos llevó a aplaudir a Oldrá cuando llevó jugadores 100% bodegueros al primer equipo, pero ahora llueven los cuestionamientos. Y hubo un jugador que la pagó más caro que otros: Marcos Israel Barrera.
Nosotros, desde El Blog del Tomba, consideramos que a Barrera le están haciendo pagar algunos platos que él no rompió. Todos los cañones han apuntado al defensor tombino, pero por ahí muchos se olvidan un par de puntos que vale la pena que sean destacados.
Primero y principal: Marcos Barrera es defensor central. No es ni carrilero por izquierda ni stopper por ese sector. Y por favor no salgamos con el "¿y por qué aceptó jugar?" porque todos sabemos que por ser titular cualquiera iría hasta de arquero. Oldrá ha limpiado por algún motivo (desconocido, pero creemos que supera el aspecto futbolístico) a Gabriel Vallés, y hasta tanto no llegara Lautaro Formica (y su posterior habilitación) inventó a Barrera que pagó caro jugar en un lugar que no está muy acostumbrado.
Segundo y no menos importante: contra Arsenal todas las críticas y culpas cayeron sobre Marcos, pero nadie habló del desequilibrio que generaba por ese sector Martín Aguirre. Quizás los goles tapan los baches defensivos que dejó el Gula, y que condenaron a Barrera a estar siempre en inferioridad numérica cuando lo atacaban. Alejandro Gómez, Sebastián Carrera y hasta Carlos Castiglione se medían contra la soledad de Barrera. ¿Cómo ganar entonces uno contra tres?
Desde este espacio no decimos que Barrera tiene que ser titular ni que es el mejor jugador de la historia de Godoy Cruz. Simplemente tratamos desde nuestra humilde posición de abrirles los ojos para que no se dejen llevar por la actitud devoradora que tienen muchos (medios incluídos) y vean las cosas con un poquito más de criterio y realidad. Porque la culpa de todo, no la tiene Marcos Barrera, y él mismo lo dijo por radio: "Esto no es tenis". Traducción: somos once.
