17.11.07

Ojalá...

No voy a elevar la lanza contra nuestro folklore futbolístico porque me encanta que vivamos este "deporte" como mucho más que eso. Ver los partidos en europa sin tela entre la cancha y la gente es símbolo de civilización, pero también de frialdad y amargura. Por eso prefiero el alambrado pero que detrás la gente haga una fiesta durante 90 minutos mirando el partido de pie, saltando, gritando, con bengalas, con banderas flameantes. Acá el fútbol se vive de otra manera y es ese fiel reflejo de la sociedad que hoy determina que no haya público visitante en las canchas de la Primera B Nacional. Bajo ese decreto, justificado por un lado pero totalmente cuestionable por otro, el domingo en el Malvinas se juega el clásico moderno del fútbol mendocino luego de 5 años, cuando allá en el 2002 el Cachorro Abaurre nuqueó la pelota de cara al descenso Leproso. Pero no va a ser lo mismo, porque este domingo la tribuna norte de nuestro mayor templo de fútbol estará vacía, vedada a los hinchas visitantes, que en realidad son mendocinos como nosotros, pero que no podrán alentar a su equipo ni disfrutar de esta nueva edición tan esperada.

Ojalá fuéramos más civilizados para exteriorizar nuestro amor por la camiseta. Ojalá el fútbol no estuviera copado por los violentos que buscan sacar ventaja de esto. Ojalá las cosas fueran diferentes. Ojalá el domingo la gente de Independiente pudiera asistir a la cancha no escondido o infiltrados como lo harán muchos, sino con su camiseta y con sus banderas, gritando a cuatro vientos su fanatismo por el color azul. Eso sería un clásico. El domingo no será más que un partido entre Godoy Cruz e Independiente con la habitual fiesta que tenemos la suerte de disfrutar en cada partido de local de nuestro Expreso. Pero no habrá folklore.

Ojalá las cosas fueran de otra manera.

No hay comentarios: