Se inicia una nueva etapa en la vida de Godoy Cruz, un nuevo desafío. Un ciclo en donde los aprendizajes del pasado deberán ser expuestos en la mayor y mejor medida posible para no caer en los mismos errores. Porque nuestro Expreso mendocino ya no está en Primera para disfrutar de River y Boca como un sueño, sino que ha llegado a Primera y ahora apuesta a quedarse.
Nada es absoluto. Porque Olimpo subió, bajó, volvió a subir y volvió a bajar. Porque equipos como Chicago y Gimnasia de Jujuy se han hecho una fama de subibajas. Porque hasta Racing está en peligro de caer.
Sin embargo, este nuevo comienzo augura un mejor trajín que aquella primera vez del 2006. Quizás aquel equipo del Chocho Llop era más rico en contenido, pero da la impresión que el actual del Gato es muy rico en otros aspectos. El grupo está fuerte, la base se mantuvo con jugadores propios y otros ajenos que aprendieron a querer la camiseta, y sobre todo a este grupo le sobra simpleza y trabajo.
Hay mucho amor en esta nueva etapa tombina de Primera. Y ya no estamos de turismo. Ahora estamos para quedarnos.
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